ESPAÑA.- Han dejado de emitir más de 8.000 toneladas de CO2 por año. El proyecto de ampliación doblará la cantidad de placas solares operativas.
Bullas, un pueblo hasta ahora conocido por sus vinos, es un ejemplo de adaptación a las energías renovables. El huerto solar que empezó a funcionar en noviembre de 2007 genera el 21 por ciento del consumo total del municipio, lo que equivale al 42 por ciento del consumo de los hogares bullenses. Según Fernando Sacristán, portavoz de Gehrlicher Solar, con la implantación de este huerto han dejado de emitir más de 8.000 toneladas de CO2 por año, poniendo su granito de arena al cumplimiento del Protocolo de Kioto.
Y ésta no es la única ventaja. Las placas solares se han instalado entre las lagunas de maduración de una depuradora que surte de agua al regadío de la zona. Esto permite compensar el 30% de su consumo eléctrico. Además, una parte de ese terreno es del ayuntamiento, y otra pertenece a varios propietarios del municipio.
Bullas, un pueblo hasta ahora conocido por sus vinos, es un ejemplo de adaptación a las energías renovables. El huerto solar que empezó a funcionar en noviembre de 2007 genera el 21 por ciento del consumo total del municipio, lo que equivale al 42 por ciento del consumo de los hogares bullenses. Según Fernando Sacristán, portavoz de Gehrlicher Solar, con la implantación de este huerto han dejado de emitir más de 8.000 toneladas de CO2 por año, poniendo su granito de arena al cumplimiento del Protocolo de Kioto.
Y ésta no es la única ventaja. Las placas solares se han instalado entre las lagunas de maduración de una depuradora que surte de agua al regadío de la zona. Esto permite compensar el 30% de su consumo eléctrico. Además, una parte de ese terreno es del ayuntamiento, y otra pertenece a varios propietarios del municipio.
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