El arquitecto Alfonso Milà murió este 26 de mayo en Barcelona, su ciudad natal, a 86 años, de un derrame cerebral. Englobó todos los campos de su método, partiendo de una casa unifamiliar que efectuó en Cadaqués en 1955 hasta edificaciones tan expresivos como el anillo olímpico de Montjuïc o el nuevo Museo Episcopal de Vic, de 2002. Pero asimismo, y para muchos, fue un sorprendente diseñador de muebles, como la silla Barceloneta o lámparas como la popular Diana; o el interiorista de locales que el tiempo ha transformado en ficticios como la tortillería Flash Flash.
La arquitectura de Alfonso Milà, eternamente en asociación con Federico Correa, ha sido virtuosa. Se la podría señalar de refinado, porque asimismo lo era él. La suya era una originalidad discreta, sin aspavientos. Su carácter vitalista y sincero era popular entre sus amigos, entre los que poseía fans de su vis cómica.
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2 comentarios:
Sólo quería deciros que la foto que encabeza este post no corresponde a Alfonso Milà, sino a su hermano. Un saludo.
Gracias por el dato, ya se salvó el error
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